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Con todo, la prudencia médica indica que en los casos de edad muy avanzada las parejas deben asumir la fórmula del sexo con moderación.
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¿Alguien habló de crucigramas?

Por Roberto Casín
Los7Días.com

Apuesto a que son pocos los que pueden decir que no han tenido una abuela, un tío o un pariente experto en este pasatiempo que durante un siglo de existencia llegó a convertirse en el mejor remedio,  popular y barato contra el aburrimiento, que solía venir como obsequio agregado a las páginas de diarios y revistas. No podrán negarme que además de los jubilados y amas de casa, también los solterones sin otro consuelo optaron por refugiarse en sus acertijos verticales y horizontales para mantener la mente ocupada de manera instructiva y alejada de imposibles ensoñaciones carnales.

Pero los tiempos cambian. Y el sitial ocupado por los crucigramas como entretenimiento positivo, ejercicio de estímulo a la actividad cerebral y recurso para paliar la vejez va siendo cosa del pasado. Más ahora que investigadores en New Jersey llegaron a la conclusión de que no parece haber nada mejor para la mente — léase la cabeza–  que los orgasmos, en lo que puede interpretarse como una invitación científica para dejar a un lado los juegos de palabras, los pasatiempos más modernos como el Sudoku y quizá hasta cavilaciones más complejas como las del ajedrez, e irse a rejuvenecer a la cama.

Ejercicios mentales
Gracias a ellos se sabe que es más aconsejable ser un adicto del sexo que de las matemáticas y que no basta con sacar cuentas y descifrar rompecabezas para preservar lozanas las neuronas. El estudio, que originalmente difundió el diario británico The Times, sustenta la tesis de que aunque los ejercicios mentales elevan la actividad cerebral, con ellos el fenómeno se da de manera incompleta, por partes, y que solo el orgasmo logra activar a cabalidad todo el encéfalo. La explicación es sencilla: el clímax sexual desencadena un mayor flujo sanguíneo y aumenta los nutrientes y la oxigenación que recibe el cerebro.

Sin embargo, sentirse como un mozalbete y retrasar la senilidad son dos cosas distintas. Y eso es lo que investigó después uno de los autores del estudio, Barry Komisaruk, un pionero desentrañando los misterios del placer femenino que a los 72 años representa menos edad de la que tiene porque, según él supone, los orgasmos lo mantienen joven. Solo su mujer podría dar fe de que lo que dice es cierto. Pero científicamente las mismas sospechas fueron compartidas por la sexóloga Beverly Whipple y la terapista Nan Wise, quien aseguró haber perdido la cuenta de los propios orgasmos que donó para la ciencia en busca de medir las reacciones que desencadena en las mujeres el éctasis sexual. Una vocación que da envidia.

Dosificando el amor
El estudio también corroboró que tener una vida sexual sabiamente dosificada puede ser más efectivo que una aspirina o el más potente analgésico, porque la intensidad de los orgasmos bloquea el dolor. Con todo, la prudencia médica indica que en los casos de edad muy avanzada las parejas deben asumir esta fórmula con moderación, para evitar situaciones como la de la anciana de 98 años a quien el geriatra le aconsejó dormir en un cuarto separado al de su marido porque obsesionarse con el sexo a esa edad podía ocasionarle la muerte, pero no convencida, la última noche antes de su velorio en un arranque de lascivia se le metió en la cama al abuelo y le dijo: “soy tu vieja suicida”.

Se sabe que las mujeres, por naturaleza, son exigentes y que en asuntos de alcoba son menos las que pierden el apetito que los maridos, que con los años se vuelven morosos y, sexualmente hablando, son más vulnerables a la ley de la gravedad. Aunque los remolones se han ido quedando sin excusas con la marea publicitaria de viagra, cialis y otros sucedáneos de la erección viril que inunda la tele. Con todo, como en el matrimonio no hay reglas escritas, siempre habrá quien juzgue por defecto o por exceso una máxima muy en boga en mi época de estudiante: “Una vez al día, fantasía; una vez a la semana, cosa sana; una vez al mes…símbolo de vejez”.

 

 

 

Las opiniones y el contenido expresados en este artículo son exclusivamente las de su autor y no reflejan la posición editorial de Los7Días.com.

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