Por Andrés Hernández Alende
Los7Días.com
La economía estadounidense está oficialmente en recesión desde este lunes, anunció la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas, una entidad privada que estudia la economía de los Estados Unidos.
La economía marchaba a toda máquina en febrero. Pero al llegar la epidemia del coronavirus a Norteamérica, se produjo en marzo una caída devastadora del empleo y del consumo. Más de 42 millones de norteamericanos han perdido sus trabajos y han solicitado al gobierno beneficios por desempleo. A eso hay que sumar el cierre de muchos negocios y las medidas de precaución ante la epidemia, como quedarse en la casa. Resultado: una enorme caída del consumo.
El desplome puso fin a la expansión económica de 128 meses que había comenzado en junio de 2009, bajo el gobierno de Barack Obama. Fue la expansión económica más duradera en la historia de los Estados Unidos. El COVID-19 le puso fin.
El impacto del coronavirus en los Estados Unidos ha sido particularmente trágico: hasta el momento de escribir este artículo, hay más de 112.000 muertos y más de un millón de casos activos, muy por encima de cualquier otro país. La culpa, desde luego, es de una pandemia que ha tomado por asalto al planeta. Pero también hay que señalar la respuesta errática del gobierno de Trump, que al principio trató de minimizar la gravedad de la plaga y después se ha concentrado en reabrir la economía aun con el número de contagios en aumento. La reacción de la Casa Blanca al COVID-19 ha sido un fracaso, y ahora el país sufre una recesión.
