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La presencia de la intelectualidad cubana en Estados Unidos

Por Maricel Mayor Marsán
Los7Días.com

Desde los tiempos en que Cuba era una colonia de España hasta nuestros días, el devenir de la vida intelectual en la Isla ha sido afectado de manera recurrente y cíclica por los acontecimientos políticos que han tenido lugar dentro de la misma. En cada circunstancia histórica en que las condiciones dentro la Isla se han hecho difíciles para el desarrollo de la intelectualidad interna, muchos intelectuales cubanos han optado por emigrar para sobrevivir a los acontecimientos que les impedían realizar su labor adecuadamente. En muchos casos, su ausencia de la Isla fue exigida por las autoridades de turno como en el caso del poeta José Martí, quien fue desterrado de Cuba a los dieciséis años de edad.

Un factor de cercanía geográfica
En su mayoría, los intelectuales cubanos, tanto escritores, como poetas y pensadores, han escogido a los Estados Unidos como destino para su permanencia como exiliados o inmigrantes, lo cual puede atribuirse a un factor de cercanía geográfica y a la hospitalidad que los diferentes gobiernos de los Estados Unidos han dispensado a los ciudadanos de la Isla a nivel individual, desde los tiempos en que eran súbditos de la corona española hasta la instaurada República de Cuba. Digo a nivel individual, pues es importante aclarar que la relación entre los gobiernos de los Estados Unidos y España en tiempos coloniales era de una casi permanente discordia, afectando la relación de los Estados Unidos con la antigua colonia española. Por otra parte, durante los primeros cincuenta y siete años de la República de Cuba, existió una relación directa entre los Estados Unidos y la Isla, pero después del advenimiento de la Revolución Cubana dicha relación se quebranta, terminando con la ruptura de relaciones entre ambas naciones. Medio siglo después, esta situación aún se mantiene inalterable, con la salvedad del breve acercamiento que tuvo lugar entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos durante la administración del Presidente Barack Obama entre los años 2015 y 2017.

De todos es conocido, la enorme cantidad de cubanos que hoy viven en suelo norteamericano −más de dos millones, si sumamos a los nacidos en territorio cubano y a sus descendientes nacidos en territorio estadounidense− como resultado de los cambios políticos que tuvieron lugar en Cuba a partir del año 1959. Esta cifra es equivalente a un 20% de la población cubana actual y la misma incluye una presencia elevada de intelectuales y profesionales en todas las áreas de estudio. Es un tema complejo de abarcar y, por esa razón, este artículo solamente se dedica a resaltar la presencia de tres figuras esenciales de la literatura cubana en los EE.UU. en el siglo XIX. En otras palabras, la génesis de una relación intrínseca.

Intelectuales cubanos en los EE.UU. desde el siglo XIX
La presencia de la intelectualidad cubana en los Estados Unidos, a través de diferentes épocas y de tres figuras claves del panorama literario inicial de la Isla, tales como Félix Varela, José María Heredia y José Martí, verifican el vínculo de los escritores cubanos con la nación norteamericana desde sus comienzos y a lo largo de su historia.

Para comenzar a hablar de una clase intelectual cubana como tal, hay que partir del concepto del surgimiento de la conciencia de la nacionalidad cubana. Esto no sucede hasta finales del siglo XVIII. Precisamente, uno de los factores que ayuda a estimular el surgimiento de una conciencia nacional en Cuba es la Guerra de Independencia de las Trece Colonias Norteamericanas. Los criollos de la Isla comienzan a pensar que ellos deben de hacer lo mismo en Cuba, o sea, independizarse de España, al igual que lo hicieron los vecinos de las Trece Colonias al independizarse de Inglaterra.

Se puede decir con toda certeza, y sin miedo a caer en exageraciones subjetivas, que las figuras responsables del proceso de formación de la conciencia nacional cubana fueron, en gran medida, el filósofo Félix Varela y el poeta José María Heredia, quienes a su vez vivieron largos períodos en suelo norteamericano. Años después, José Martí, el más importante de todos los escritores e intelectuales cubanos de todos los tiempos, sigue el ideario de los dos primeros, participa de lleno en el proceso de la Guerra de Independencia de Cuba desde su trinchera, la de la oratoria, los libros y las ideas, ayudando a recaudar fondos y a buscar ayuda para las tropas de soldados mambises en campaña mientras vive en territorio de los Estados Unidos.

Félix Varela, educador y periodista
Félix Varela (1787-1853), cuyo nombre completo era Félix Varela Morales, nació en La Habana, donde fue ordenado sacerdote en 1811. Ese mismo año obtuvo la cátedra de Filosofía en el Seminario de San Carlos, lugar donde había estudiado. Desde su cátedra realizó importantes reformas en la enseñanza filosófica. En 1816 ingresó en la Sociedad Económica, en donde pronunció algunos de sus discursos más notables. Fue electo diputado a las Cortes de Cádiz en 1821 y allí manifestó la necesidad de extinguir la esclavitud y de que Cuba tuviera un régimen autonómico. Años más tarde abogó por la independencia de Cuba, al darse cuenta que la autonomía no iba a dar resultado. La reacción del monarca Fernando VII no tardó mucho y Varela fue condenado a la pena de muerte, al igual que sesenta y tres delegados a las Cortes, quienes votaron por el nombramiento de una regencia que asumiera temporalmente los poderes del monarca por considerarlo incapacitado. Por esta situación tuvo que escapar a Gibraltar y, de allí, se trasladó a los Estados Unidos.

Durante la permanencia de Félix Varela en los Estados Unidos, fundó en Filadelfia el periódico El Habanero (1824) cuya circulación fue prohibida en Cuba. Después, cuando se trasladó a Nueva York, siguió publicando el periódico en esa ciudad, al igual que otras obras de perfil filosófico, y se dedicó a ejercer su ministerio sacerdotal. Llegó a ocupar el cargo de vicario general de Nueva York en 1837. Fue colaborador asiduo en El Mensajero Semanal, que publicaba José Antonio Saco en Nueva York por esos años, y  entre 1841 y 1843, fundó una publicación eclesiástica, junto al reverendo Charles C. Pise, The Catholic Expositor and Literary Magazine.  De esta manera, las experiencias adquiridas en su nuevo país de residencia lo llevaron a concretar de una forma más definida, sus anhelos de un desarrollo socio político dentro de la Isla.  Aunque vivió el resto de su vida en los Estados Unidos, sus escritos se leían en Cuba a través de la Revista Bimestre, editada en La Habana por la Sociedad Económica, lo que ayudó a que su mensaje ideológico llegara al pueblo cubano y sirviera para que éste aprendiera a pensar por cuenta propia.

José María Heredia, poeta y abogado
José María Heredia tuvo una vida más corta que la de Félix Varela, pero ésta fue bien intensa. Era conocido como poeta, pero también fue abogado y conspirador a favor de la causa por la libertad de Cuba. Nació en Santiago de Cuba en 1803 y falleció en México en 1839. Como poeta no se conformó con contemplar desde afuera la problemática de los tiempos en que le tocó vivir y se convirtió en un defensor de la libertad. En el año 1821 fue implicado en la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar, una de las primeras a favor de la independencia de Cuba, motivo por el cual tuvo que escapar a los Estados Unidos para buscar refugio. Este refugio se convertiría en una condena de destierro perpetuo, dictaminada por el Capitán General Francisco Dionisio Vives y Planes, en ese momento destacado en Cuba, y murió en el exilio sin poder regresar a vivir a Cuba.

José María Heredia vivió año y medio en los Estados Unidos, en donde publicó la primera edición de sus poesías en 1825. Su entusiasmo por las instituciones políticas de la nación norteamericana era notorio y sentía gran admiración por figuras como George Washington, a quien dedicó una oda y una semblanza en prosa.  Aunque la vida, el clima y las costumbres del país no le eran afines, por lo cual marchó a México un tiempo después, muchos de sus poemas son un testimonio fehaciente de su estancia en los Estados Unidos y la repercusión de esta etapa en su orientación republicana.

José Martí, periodista, orador y poeta
José Martí, apóstol de la independencia de Cuba, periodista, orador y poeta, vivió gran parte de su vida en los Estados Unidos. Dedicado desde temprana edad a la lucha por la libertad de su país contra el colonialismo español, pese a su doble ascendencia española, fue condenado al destierro a los dieciséis años. Trató en vano de regresar a la Isla después de concluir sus estudios en España porque, después de su regreso en 1878, fue deportado nuevamente en 1879 por sus actividades políticas. Decide marcharse a Nueva York, donde su trabajo constante a favor de la libertad de Cuba no le deja un solo minuto libre. El tiempo transcurrido en suelo norteamericano es posiblemente una de las etapas más productivas de este gran escritor: casi quince años de su vida adulta, desde 1880 hasta 1895, año en que muere. Si tenemos en cuenta de que había nacido en La Habana en el año 1853 y murió a la edad de 42 años, podemos concluir que los años de mayor desarrollo literario en la vida de Martí transcurrieron en Nueva York. Aparte de escribir poesía, teatro, ensayo, narrativa y crítica literaria, escribía para varios periódicos, dentro y fuera de los Estados Unidos, a la vez que ayudaba a organizar la Guerra de Independencia en Cuba, a través de sus discursos, recaudaciones de fondos y la coordinación logística de la guerra.

Aunque en el caso de José Martí, hay que destacar el hecho significativo de que sus comentarios críticos acerca del gobierno norteamericano y sus presuntas aspiraciones relacionadas con Latinoamérica han sido controversiales y objeto de manipulaciones, hecho que no se puede soslayar para bien o para mal, el caso es que Martí también fue un exiliado más de la lista interminable de exiliados cubanos en los Estados Unidos.

Por tanto, tomando en consideración el hecho de que tres de las figuras más importantes de la intelectualidad cubana, durante la época colonial, residieron en territorio de los Estados Unidos por largas temporadas como exiliados y que los tres desarrollaron obras importantes durante dichos períodos, además de tener en consideración a la larga lista de artistas, escritores, poetas, filósofos y pensadores, intelectuales de mayor o menor relevancia, que de una manera u otra han hecho de la nación norteamericana su residencia temporal o su segunda patria, desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad, podemos concluir que existe una especie de destino geográfico, marcado por una brújula invisible, que indica el rumbo norte en la mente de los cubanos en tiempos difíciles.

 

Las opiniones y el contenido expresados en este artículo son exclusivamente las de su autor y no reflejan la posición editorial de Los7Días.com.

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